El turismo rural cada vez está más de moda, lo cierto es que en toda España hay miles de rincones por descubrir cada uno con una historia por contar a través de sus paisajes, su gente y sus tradiciones. Uno de estos lugares se encuentra en Extremadura, concretamente dentro de Cáceres, hablamos del Valle del Jerte.
El Valle del Jerte, denominado como Mancomunidad y comarca natural está situado en el límite entre Ávila y Salamanca, el cual es famoso entre otras cosas por su festividad relacionada con la flor del cerezo, declarada incluso como Interés Turístico Nacional, pues en éste valle cada año florecen más de medio millón de cerezos dándole al paisaje un toque mágico y singular, digno de ver por lo menos una vez en la vida.
Este lugar tan especial es el resultado de la agrupación de nada más y nada menos que once municipios, entre los cuales cuentan con una población muy pequeña, alrededor de los once mil habitantes. Además es importante señalar que debido a la despoblación hay varios municipios que ya no se tienen en cuenta como es el caso de Asperilla, Oxalvo, Peñahorcada, Vadillo y Tabares.
A continuación se hará una lista de las principales actividades y lugares a tener en cuenta para disfrutar al máximo de este precioso valle.
Cerezos en flor en primavera
En el Valle del Jerte hay multitud de planes y rincones por descubrir, entre ellos el que se ha mencionado al principio, los cerezos en flor.
Al igual que sucede en Japón, en el Valle del Jerte también se celebra la floración de los cerezos. Cuando llega el fin del mes de marzo todo el valle se cubre de un color blanco característico de los cerezos. Motivo por el cual no es nada extraño ver a miles de turistas acudir para ver la belleza de la naturaleza en pleno esplendor.
Arquitectura singular de sus pueblos
Uno de los atractivos más demandados por los turistas al visitar cualquier lugar es poder disfrutar de construcciones clásicas y originales del lugar, mediante las que puedan trasladarse a los orígenes y respirar su historia. En el Valle del Jerte se pueden apreciar muchas construcciones que se mantienen a día de hoy tal cual se hicieron en su momento, se pueden ver asentamientos humanos procedentes del neolítico, restos de cultura céltica e incluso arquitectura rural como son las características casas entramadas, las casas de piedra o iglesias y ermitas.
Pero sin lugar a dudas hay un sitio para visitar sin falta y ese es el barrio judío, en el cual se puede apreciar la tan singular configuración de los callejones, los cuales junto con las Casas del Canchal del pueblo de Rebollar, forman dos de los lugares más visitados del valle.
Garganta de las Nogaledas
Alrededor de todo el valle hay unas montañas en las cuales hay profundas gargantas, las cuales en épocas fluviales típicas como la primavera se inundan dando como resultado unas caudalosas cascadas naturales dignas de ver.
Este es un plan ideal para todas las personas que disfrutan haciendo senderismo, esta ruta de la Garganta de las Nogaledas tiene como punto de inicio el pueblo de Navaconcejo, mediante el cual a través de un camino con un descenso positivo ligero acaba en la sucesión de cascadas mencionadas.
Para disfrutar al máximo esta experiencia se recomienda ir en la época de primavera ya que en otro momento del año no se podrá ver la famosa cascada, obviamente en estos casos siempre es una buena idea llevar un traje de baño para refrescarse al terminar la ruta, aunque el agua puede estar un poco fría para muchas personas.
Paraje natural de los Pilones
Otro de los numerosos paisajes naturales interesantes del valle es el paraje natural de los Pilones. En este paraje podremos disfrutar de una zona de piscinas naturales en el río Jerte, en las cuales cualquier persona puede darse un baño.
En los Pilones podemos encontrar hasta nada más y nada menos que 13 balsas naturales, las cuales se han formado a causa de la erosión producida por el transcurso de agua que baja a través de la zona rocosa.
Estos son sólo unos pocos lugares de los que puedes visitar en el Valle del Jerte, lo cierto es que hay planes para todo tipo de personas y gustos, desde actividades de barranquismo, senderismo hasta fiestas, spa y gastronomía de la zona basada en la cereza.
